Es momento de aprender a aceptar, adaptarse y transformarse.

Autora: Janette Pérez

¡Qué difícil es aceptar y adaptarse a los cambios y cosas fuera de nuestro control! No te culpes, el ser humano es de costumbres y también tiene tendencia a querer controlarlo todo. 

Hace poco más de un año tuve un accidente. Una caída horrenda que terminó en una operación por dos fracturas en el tobillo, una placa y 11 tornillos en mi cuerpo. ¿Saben cuantos proyectos y planes tenía en la agenda 2019? Muchos, entre ellos, mi tienda de ropa.  A los 5 meses tuve que cerrarla. 3 meses en cama y silla de ruedas; un negocio que dependía completamente de mí no sobrevivió a pesar de los diferentes esfuerzos. Por otro lado, eventos y conferencias canceladas. Dinero dejado de facturar. No había nada que pudiera hacer para cambiar lo que pasó. Esta era mi nueva realidad. La aceptaba o me hundía en la negatividad, la ansiedad y la depresión. Escudriñar en las posibles cosas que pude hacer para evitar el accidente, de nada servían. No podía controlar mi situación. Solo podía controlar mi actitud ante la situación y la estrategia de vida que pondría en marcha de ahí en adelante. Estar lista para las oportunidades del futuro. 

«Lo que niegas, te somete. Lo que aceptas, te transforma.» -Carl Gustav Jung-

¿Quiero que hagas un ejercicio? Tómate unos minutos haz una lista de cosas que te gustaría cambiar, ya sea de ti, de tu entorno o en el mundo. 

¿Ya? Ahora identifica que cosas de esa lista requieren de una acción de tu parte y que cosas requieren de que otros tomen acción. ¿Qué tal? ¿Cuantas dependen solo de ti? Creo que este es el punto de partida para aprender a aceptar, adaptarse o transformarse. 

El primer paso para pasar por el proceso de aceptación y encontrar paz es entender que hay cosas que no podemos cambiar, porque no están en nuestras manos. Ahora mismo nos encontramos ante una situación de emergencia mundial que desearíamos con todo nuestro ser que se resolviera mañana, pero resistirnos a aceptar esta nueva realidad solo ocasionará un torbellino de emociones negativas y nos imposibilita vislumbrar soluciones y precauciones adecuadas. 

«Señor, concédeme serenidad para aceptar todo aquello que no puedo cambiar, coraje para cambiar lo que sí puedo y sabiduría para reconocer la diferencia.» Plegaria de la Serenidad, Reinhold Niebuhr

Podemos cambiar todo aquello que depende únicamente de una acción nuestra. Quizás podamos tomar acción para lograr un cambio en nuestro entorno o en otros. Pero en el momento en que nuestros esfuerzos no generan el cambio que esperamos en otros, en el entorno familiar, laboral o social, es momento de aceptar y transformar la situación desde nuestro interior. 

Tomemos como ejemplo la pandemia del COVID19. Es difícil lo que estamos viviendo, de eso no hay duda. Pero, ¿qué sacamos con desesperarnos, lamentarnos o resistirnos? ¿Hay algo que podamos hacer para cambiar lo que está sucediendo? La respuesta para la mayoría de la población es NO. No hay nada que podamos hacer para eliminarlo, pero si hay mucho que podemos hacer para aceptar y adaptarnos a nuestra nueva realidad. Aceptar la realidad es el comienzo a la transformación. 

Así como las empresas se están adaptando con el trabajo virtual y muchos negocios están reinventando sus servicios, nosotros en nuestro entorno somos responsables de encontrar nuevas maneras de vivir nuestro día a día. Es un proceso de desprendimiento de costumbres y aprendizaje de nuevos hábitos. Educarnos y protegernos correctamente, encontrar más felicidad en el hogar, buscar nuevas maneras de socialización, encontrar tiempo para hacer las cosas que antes no hacíamos por falta del mismo, profundizar en la manera que venía comportándose la sociedad en general y esperanzarse en una nueva realidad más consciente, en un posible renacimiento social. 

Es lógico que este proceso de aceptación y adaptación no se de al mismo tiempo para todo el mundo. Pero te aseguro que en el momento que surja en tu corazón, podrás entender que en esta vida todo tiene una razón de ser, un propósito. 

Ahora me retiro, sin antes hacerte estas últimas preguntas ¿cuantas cosas, actitudes, emociones, relaciones, situaciones no te gustan de tu vida en estos momentos y desearías cambiar? ¿Qué haz hecho para transformarlas? Recuerda que aceptación no es sinónimo de resignación. Aceptar es decir, “esto es lo que hay, me guste o no y no lo puedo cambiar, ¿qué hago ahora?”.  Te diré que siempre puedes escoger tu felicidad, no cambiando lo que no puedes controlar, si no alejándote de lo que no puedes controlar. Permancer o no permanecer, sí está en tu control. Acepta, transforma y crece. 

Screen Shot 2020-06-29 at 12.31.08 AM.png

Sobre la autora:

Janette Pérez es una comunicadora comprometida hace más de 4 años con ayudar a las mujeres a empoderarse y empoderar a otras. Durante 15 años trabajó para diferentes empresas en el área de producción de eventos, publicidad, relaciones públicas y mercadeo, liderando grupos de trabajo. Actualmente se dedica a emprender en sus propios negocios y ayudar a otros a lograrlo. Además, utiliza sus plataformas digitales y su exposición en radio y TV para promover el mensaje de empoderamiento tanto a mujeres como a hombres en todos los aspectos de la vida. 

Previous
Previous

Una empresaria multifacética… ¿Quién dice que no se puede?

Next
Next

Usos y beneficios de la miel